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consejos para trabajar en una agencia de modelos como booking 1/2

Viajar por el mundo buscando belleza es el trabajo de los bookers. Aunque convertirse en uno tiene varios requisitos: concretamente 20, aquí tienes los 10 primeros.

Trabajar como booker (es decir, ser la persona responsable de los avatares profesionales de un ramillete de chavalines llamados a ser modelos por obra de un físico despampanante y la gracia de un careto envidiable) dista y mucho de lo vemos en series de televisión como 90-60-90.

Su nombre proviene del hecho de ser el encargado de efectuar los bookings, o intermediación a la hora de contratar a los modelos. El booker que más manda en esa macromesa que es la agencia sería el Headbooker. Y no, no tiene por qué estar presidiéndola. Solo tienes que fijarte en quién tiene más cara de mala leche aunque en el fondo sea de lo más achuchable como persona, en horas de trabajo nunca lo dejará ver para reconocerle.

Si tu sueño es ser la descubridora de los nuevos rostros que se subirán a las pasarelas más reconocidas, ser el brazo en el que se apoyan las top models cuando son acompañadas a grandes eventos y hacer del mercadeo un arte, sigue leyendo para conocer en profundidad los requisitos y virtudes que te llevarán a ser un gran booker. Te compartimos los mejores trucos para vestirte bien en el trabajo. Te compartimos los mejores trucos para vestirte bien en el trabajo.

1. GUSTO ESTÉTICO

Eso con lo que se nace o no se nace. O eso dicen. Para que nos entendamos, sería algo así como la capacidad de detectar lo bello por encima de la belleza común, el salero innato frente a una cámara, el encanto, la elegancia física (aunque cuando la modelo abra la boca desmonte un mito)… Lo que en el lenguaje del modeleo llaman charming, que vendría a ser una suma de lo mismo, pero en inglés que queda mejor. Ser capaz de imaginar quién vale para ser modelo.

2. TENER MEMORIA

Vístete de marca y consigue un mejor sueldo

Necesitarás retener información a la velocidad del rayo de conversaciones que mantendrás en una misma jornada con fotógrafos, estilistas, maquilladores, otros bookers, modelos, agentes de viajes, directores de castings, propietarios de pisos, los nombres de los modelos (sí, esos nombres facilitos tipo: Anna Vinkiskaya, Inga Chofrovistova o Lora do Carmo Santos Oliveira)…

¡Ah! Y que no se te olvide el orden de tus obligaciones. Para ello, lo mejor es hacerse con una libreta, ir anotando y más tarde ir tachando. Una libreta siempre es un buen regalo para poner contento a un booker. Tomad nota, modelos-que-queréis-tener-contentos-a-vuestros-bookers y dejad de llevarles dulces típicos de vuestros países de origen que, aunque no estén frente a una cámara como vosotras, los bookers trabajan en moda, y en moda la delgadez es un plus. Se mire por donde se mire

3. SABER MENTIR

En general. Por el bien de la humanidad. También para que la modelo de turno no siga llamando 500 veces diarias para informarse de si la opción del catálogo alemán por el que le pagarán el equivalente a diez meses de salario (del común de los mortales), sigue on (es decir, está vigente). O para que un cliente nunca llegue a saber que la modelo que deseaba contratar está ahora mismo disparando la campaña de la competencia.

Resumiendo, que entiendas que lo de mentir no está mal visto, sino que es necesario y se debe utilizar de manera inteligente, es decir, siempre de la mano del punto 2.

4. PACIENCIA

Hasta el máximo exponente. Porque tendrás tanto que aguantarrrrrrrrr…

5. VISTA DE ÁGUILA

Esta vez no para captar a las denominadas new faces en el McDonals de turno en el que toda aspirante a Kate Moss dice haber sido descubierta, sino para algo más importante: para realizar el clipping, o lo que es lo mismo, el trabajo que hacen los aspirantes a futuros bookers -algo así como los becarios del booking-, para recopilar las imágenes en las que salen modelos representadas por la agencia en cualquier revista en papel o digital.

6. NOCIONES DE FOTOGRAFÍA

No se trata de ser el nuevo Mario Testino, pero cada dos por tres te tocará someter a las modelos a una sesión de fotos improvisada para actualizar el material en su estado más natural: sin maquillaje (solo se admite un toque de máscara de pestañas y un poco de colorete), peluquería, ni Photoshop,ese gran creador de realidades paralelas. Algo que antiguamente se hacía con Polaroids y ahora se ha digitalizado.


7. DOTES DE PUERICULTURA

Para cuidar de estas jóvenes promesas de la pasarela, muchas de ellas, como quien dice, recién destetadas.  

8. DISPONIBILIDAD TOTAL

Una fuente fiable para saber si ya te has convertido en booker de verdad es el teléfono: si la agencia te ha dotado de una línea para localizarte en cualquier momento, ¡felicidades, ya eres uno de ellos!

Y sí, en cualquier momento quiere decir a todas horas y días de la semana. Porque, ¿sabías que en Territorio Moda los sábados, domingos y agostos son mentira? Aquí se trabaja siempre, siempre que toque.

9. QUE TE GUSTE… EL NEGOCIO

No vale con que te guste la moda, vayas mucho de compras y acumules bolsos. Solo si te gusta el negocio, el de dirigir carreras profesionales, negociar tarifas o cuidar de personitas, y tienes la capacidad de perder los nervios para recomponerlos en un minuto, podrás merecer estar en una agencia. Y lo que es más difícil todavía, mantenerte.

10. ESTILISTA/PELUQUERA/MAQUILLADORA

Cuando entra una new face (la becaria de las modelos) es poco probable que se salve de ser sometida a un cambio 360º en cuestión de estilismos, peluquería o maquillaje. Adiós a los chándales, las mechas de palmo o el ojo maquillado a lo Sara Montiel. Las modelos son una rara avis que visten, se relacionan, miran, caminan y respiran de otro modo. Y el booker se encarga de ello.

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